Un taller de reparación de coches convertido en un espacio gastronómico donde algunos de los foodtrucks más punteros de la ciudad se dan cita en un mismo emplazamiento.

Fue en el año 1975 cuando cerró sus puertas este antiguo taller de reparación de coches localizado a pocos pasos de la Avenida de Aragón, los cines Babel y el antiguo cauce del río Túria. Volvió a abrir décadas más tarde -tras los primeros meses de pandemia-, bajo el nombre El Garaje Foodie y con una propuesta totalmente renovada. Un total de 6 foodtrucks dentro de un mismo espacio de 600m2, alejado de las limitaciones del momento y reinventando el sector del street food en la ciudad.

«Una nueva experiencia para el paladar en la que se fusiona el espíritu callejero y la gastronomía street food en un rompedor espacio que recrea hasta el último detalle de un antiguo taller de reparación», comentan desde El Garaje Foodie.

el garaje foodie
el garaje foodie
el garaje foodie

«Las largas horas de trabajo en el taller se hacen patentes en todos los rincones del local, siendo el desgaste y el óxido los grandes protagonistas del mismo. Las paredes de azulejos aparentan el paso de los años y el suelo barnizado simula manchas de grasa y de aceite. Los materiales rudos acaparan todo el mobiliario, con un acabado muy envejecido», añaden.

¿El resultado? Lámparas de techo con rejilla, sillas con estructura metálica, mesas de madera tosca, azulejos con acabados imperfectos y seis vehículos históricos de coleccionista de los años 50, 60 y 70 transformados en foodtrucks que conforman una auténtica cápsula del tiempo donde degustar diferentes opciones gastronómicas. El Garaje Foodie está siempre en continuo movimiento, renovándose cada año su propuesta de vehículos sobre ruedas. Con un espíritu callejero, además de un carácter sociable y cosmopolita se ha consagrado con una de las opciones más desenfadadas y recurrentes de los valencianos en el último año.